Reposa en mí
El día que descubrí la luz emanada de tus ojos, fue justo el momento que permití a mi corazón quererte como ahora lo hago; lejos de importarme tu desilusión o lo confuso de tu voz, permanezco a la espera de ti.
Quiero ser para tus días esa luz que ayude a crear la certeza de un camino nuevo que con gusto andaría tomada de tus besos y deseos.
A mis oídos no has contado un dulce relato, muy al contrario has grabado con tus murmullos una huella en mi alma y esperanza de permanecer a tu lado de la forma que sea, solo quiero estar.
No veo en ti fragilidad, sino una inmensa capacidad de expresar y sentir que pocas veces he visto en mi existir..
No espero de ti aquello que no sientas, no quiero besos y caricias a medias, en el mejor de los casos, pretendo enmendar los males que a tu corazón impiden de cero comenzar.
Consciente soy del origen de tus desvelos por amores que han pasado y sin embargo se sienten como un presente tormento... toma entonces el velo de mis brazos y en ellos resguarda tu corazón forastero.
Mucho cuestionas la razones de mi inmenso cariño, de mis ganas de colmarte a besos, si tan solo pusieras los pies donde yo los tengo, sabrías la respuesta, solo basta que estar frente a ti para entenderlo.
Reposa tus cansados pasos en mis brazos, deja convertir tu llanto en alegrías y encantos; déjame sacar la tristeza de tu corazón, si al menos lograse estas dos peticiones, créeme que mucho habré ganado.
Permite entonces siga arropando tu cuerpo con mis deseos y mis mejores anhelos; deja darte mi mejor regalo...uno puedas conservar aun al paso de todos los tiempos y del cual en tu memoria puedas recordar la fecha en que te fue otorgado...
Te ofrezco este corazón, que aun siendo inexperto, lleva dentro un cariño profundo como el mar y grande como el cielo, ese corazón que no hace otra cosa que quererte y agradecer a Dios por tu existencia.
