domingo, marzo 04, 2007

Mi primer beso…

Eran las 6 de la tarde cuando apenas empezaba a pintar, desde la azotea de la oficina podía verla a ella entrar y salir al patio. Desde hace algunas horas bebían en la parte de abajo del despacho de mi padre, claramente podía escuchar sus conversaciones.

Habrá que inspirarse, me decía a mi mismo, la depresión, mi amiga siempre me daba tema para pintar, ese día no fue así, termine haciendo un paisaje que nada tenia que ver con la vista de aquella azotea, el ombligo del mundo, donde la contaminación no te deja ver más allá y si se pudiera, solo encontrarías tinacos.

Baje para servirme una cuba, pero el alcohol sin compañía ya no era bueno, decido terminar y guardar mis utensilios, abajo la platica se había vuelto caliente, pero ya era la hora de salir, se suben todos al auto, solo nos quedamos ella y yo, los demás esperan impacientes y oímos como tocan el claxon…

-Antes de que te vayas, te puedo pedir un favor?
-Sí, claro
-Me das un beso?

Nos besamos, fue como de telenovela y para hacerlo aun más tierno deje caer todas mis cosas para poder abrazarla, fue algo cómico, pero ella se contuvo la risa y me aparto. Te esperan afuera me dijo.

Al día siguiente no fui a clases, me fui directo a la oficina, no sabia a quien me iba a encontrar, pude encontrarme a mi padre y grande se hubiera hecho de enterarse que no había asistido a la escuela, aun así decidí tomar el riesgo, era una oportunidad grandiosa en aquel entonces, no podía desperdiciarla, en mi cabeza rondaban muchas preguntas y en mi cara como siempre que me ilusionan… una sonrisa bien estupida

-Que haces aquí? Me dijo ella
-No querías que viniera?
-Y la escuela?
-No importa le dije

La tome de la cintura y la atraje hacia mi, ella no dijo nada solo bajo un poco la cabeza y me miro los labios esperando a que yo hiciera contacto. Duramos mucho tiempo hasta que ella pidió sentarse, la escalera era lo más próximo, después de un rato decidimos pasar a un sillón. Te diré que las palabras sobran cuando los jadeos aumentan y es que en realidad no nos conocíamos, ella llevaba trabajado alrededor de una semana en el despacho. En un momento ya estábamos acostados y yo peleaba con los botones de su camisa, jamás había estado tan caliente, jamás había sentido una piel tan suave, tan olorosa, jamás se me habían entumido los labios, que por cierto ese día descubrí que no se me parten por falta de uso.

Y bueno hasta aquí porque ya tengo sueño jejeje, solo les pido que recuerden el título de este post para que sepan porque después me dio un doloron de h… de no mames!!!



Billy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tssss esos pinches dolores!!! no maa!!! aunque cuando son el resultado de una experiencia chida como la que narras ps vale la pena! definitivamente!