Aprovéchame que parto… Y yo espero que sea sin dolor

Me despertó la taquicardia…bueno, me imagino que fue eso. Mi pobre y jodido corazón estaba a todo lo que daba.

No, ya te dije que no me duele nada, ni tenia dolor en el pecho, pero eso sí, la sensación fue muy extraña, mmm…a lo mejor un mal sueño –eso fue lo que pensé- pero cuando dije el primer

“a chinga, chinga, chinga!” de la mañana, fue cuando apareció de nuevo en la regadera.

Fue tema durante todo el desayuno hasta que tome la decisión de que “no es tema”

Igual y al rato se me pasa, ¿a poco no?

A uno no le puede dar comezón en un hue…o en la cola ¿y que dices?

En una de esas, tengo lombrices ¿no?

Y de nuevo, otra vez en el semáforo…a no ames comadre!

Y ya sabes… comencé a preocuparme.

¿¿¿Y si me tuerzo aquí…si me carga la tía de las muchachas??? Yo tan joven y sin haber amado…

¿Curioso no?, pero es cuando uno se vuelve más creyente que el mismísimo pablo

No más levantas la mirada al cielo con tu cara de imbecil y dices para ti:

Ayy señor, ¡¡¡¿¿por qué me has abandonado??!!!

Me baje despacio del auto y lentamente como viejito llegue a la oficina

No pienso vivir cien años, inclusive ya les he comentado que igual y ya ando respirando de más, pero de todos modos, como dice Sabina, fui a la farmacia a preguntar por las pastillas…no, no es cierto, fui por ting pa las patas…jajaja ya pues!! Fui a la tienda por un cigarro, me creerías que a las dos fumadas se me quito.

Ahora resulta que es como el torres, medicinal!

Billy.