no deja de ser una caja de sorpresas.
Para empezar, un vuelo de 12 horas en la incómoda clase turista es lo peor
que me ha pasado en la vida aunque intenté recordar que pasé más o menos el
mismo lapso de tiempo en un autobús cuando viajabamos a Real de Catorce con
los chicos de la escuela.
Pero vamos! no es lo mismo ir cantando y echando desmadre que intentar
dormir en un espacio de menos de medio metro, rodeada de familias que
intentan desesperadamente dormir verdad?
En fin, llegué a Barajas y de ahí me trasladé al Hotel, pero como soy muy
necia y cuando me lo propongo, bastante ahorrativa, pues decidí tomar el
metro de acuerdo a los planes que tenía. Error!!!!
Por supuesto que no contaba con que mi maleta pesaba horrores porque traigo
poco menos de la mitad de mi ropa que por cierto ya no me cabe en el closet
de mi casa y que venía muerta por el vuelo.
Ya se imaginarán lo que tuve que pasar cuidando las cámaras, la mochila y la
enorme maleta porque dicen que los españoles son bastante hábiles para eso
de robar carteras y demás.
Pero lo peor fue cuando en una de las estaciones donde tenía que transbordar
me di cuenta de que las escaleras eléctricas no funcionaban!!! A ver
Rosmita, sube tu maletita por más de 30 escalones!!!!
Sufrí en dos o tres ocasiones de lo mismo, pero en otras tres, dos jóvenes
amablemente se ofrecieron a ayudarme y claro yo estaba más preocupada por lo
que pudieran hacerle a la maleta que por ver si estaban guapos o no. Así que
nisiquiera los ví bien, porque no despegaba los ojos de sus manos sobre mi
maleta.
Salí de la estación Sol, que es la que está en pleno centro de Madrid como a
las 5 de la tarde. Esa hora es la muerte en esta simpática ciudad porque el
calor está a todo lo que da. Creo que esa tarde debimos estar a por lo
menos 38 grados centígrados.
Al salir a la luz, después de cerca de 20 minutos en el metro, me encuentro
con la adorable situación de que no sabía donde estaba mi hotel. Sabía que
estaba en el centro de Madrid y que no debía caminar mucho para encontrarlo
pero nunca anoté ni teléfono ni dirección. ( Chegg!!)
Bueno, pregunté y afortunadamente solo tuve que caminar dos cuadras. Pero la
cuestión no es esa, es que tardé un buen rato en poder entender al "tío" que
me estaba dando las instrucciones para llegar!!!
Aquí hablan un español inentendible en México!!!! El otro día tuve que
traducir y poner en claro algunos términos como "derecho", " a la
izquierda", "debajo del toldo" con otro "tío" que me explicaba que al
atravesar la calle podía encontrar una tienda de tabaco para comprar mi
abono mensual del metro. Eso nos tomó más de 10 minutos, lo pueden creer?
Y los que me decía que que bueno que iba a un lugar donde también hablan
español!!!, los quiero ver tratando de entender a los españoletes y sobre
todo aguantando sus malos modos porque aunque son amables y hasta volados
porque a todo mundo tratan de guapa y guapo, son medios secos para hablar y
hasta parece que regañan en vez de contestar.
El calor en Madrid es insufrible en ocasiones. Hay días, los más, en los
que es preferible quedarse en casa leyendo o viendo la tele o en la internet
que salir a la calle.
Incluso yo el lunes pasado pues tuve una fiesta de bienvenida, regalaban
vino, cerveza y bocadillos y pues que le entro con singular alegría. En la
noche sentía que me moría de sed, bueno, me salieron aftas en la boca y pasé
la madrugada como si tuviera fiebre.
El malestar aún no se pasa así que desde el miércoles pasado descarte la
posibilidad de que fuera la cruda.
Si planean visitar España en verano les recomiendo tomar vitaminas antes de
venir porque el calor agobia y baja considerablemente las defensas, traer
muchas ganas de comer cosas grasosas como los deliciosos calamares capeados
que venden en todas las tabernas y estar dispuestos a no pasar más de tres
días en la capital española que es del tamaño de Uruapan y se puede caminar
el centro entero en una mañana. Eso si, aquí venden toda clase de
curiosidades así que también traigan muchos euros y consigan un hotel con
piscina. :))))
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