miércoles, julio 13, 2005

Anecdotas desde Madrid

Se acuerdan de Francisco de Quevedo? Bueno, para los que no se acuerdan fue
un literato español muy reconocido.

Pues resulta que el angelito no solo es recordado en Madrid por su obras
literarias, sino porque le gustaba el chupe... así como lo leen, le gustaba
empinar el codo casi a diario.

Pero la anecdota que les voy a contar es más bien sobre los efectos que el
alcohol causaba sobre esta eminencia de la poesía peninsular.

Resulta que al señor de Quevedo le gustaba orinar en una esquinita de un
portal en las cercanias de su taberna favorita. Los vecinos, cansados del
comportamiento del literato decidieron poner, conforme a la constumbre de la
época de colocar altares en la calle, un cruz en esa esquina con la
esperanza de que a don Pancho le remordiera la conciencia orinar donde
estuviera el símbolo de Cristo.

Pues no, el señor seguía orinando... y los vecinos decidieron hacer más
evidente su intención al colocar un letrero que dijera: "Donde hay cruces,
no se mea"

Indignado Francisco de Quevedo, de su puño y letra y con aquella manita que
escribió grandes obras como "Tribunal de la justa venganza" contestó: "
Donde se mea, no se ponen cruces"....


Y para los borrachos mexicanos que quieran visitar Madrid, una cubita de
Torres 5 cuesta 3 euros (más o menos dependiendo de la elección ese es el
precio de una bebida preparada, las hay hasta de 10 euros) y la cerveza
(deliciosa en el verano madrileño) cuesta 1.90 euros, así que una buena
borrachera no saldría en menos de 20 euros. A ahorrar!!!!!

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