domingo, julio 15, 2007

No recuerdo la hora, pero…

Después de tanta fiesta, cuando entra el hambre de borracho a eso de las tantas cuantas de la madrugada. Sobre el río cerca de tres puentes se encuentra un viejo muy ameno que con tal de no perder al cliente y redimir la triste tripa, te ofrece hamburguesas improvisadas hechas con salchicha. Las acompaña de buenos chistes, salsa de tomate, cebolla mal cortada y algunos pensamientos propios escritos en hojas grasientas y de colores donde encontraras lo que solo se obtiene con la experiencia y la sabiduría acrecentada con los años. Buenos momentos para terminar la jornada etílico-musical hasta que nuestras risas despertaron a la vecina, quien como toda moreliana sale a barrer la resaca que trae la mañana.



Billy.


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