Desde niño siempre he sido de muy buen diente, mis tíos en las reuniones familiares decían: cuidado ahí vienen los Ramírez!! y es que era más fácil comprarnos un traje de charro que invitarnos a comer. Cuando tengo hambre mi cuerpo hace esos sonidos extraños pidiendo alimento y hay que dárselo lo que sea, como sea y como este
Sino, el Billy comienza a sufrir una metamorfosis, algo así como Hulk o más bien como Mr. Hide
Pocas veces podrás verme encabronado, como a cualquiera de ustedes hay cosas que me encabronan como la política, los Smithers lame huevos de la chamba (pobres gueyes, la neta!), un borracho enfadoso, un taxista pendejo, un mesero que no te atiende y que además te exige la propina, una doña que se te cierra y la más común es cuando tengo hambre, noooo manches!! Si estas cerca, mejor hazte a un lado, me vuelvo más mamón de lo que soy.
Mil y un cosas pasaron antes de llegar al vips, entre ellas se paso la hora de la comida (son chingaderas!)
-Mesa para una persona?
Volteo a ver si hay alguien más conmigo…sí
-Fumar o no fumar
Y pienso…con o sin niños
-Sin niños, digo fumar
Me dieron la mesa del rincón y a tiro de bolillo estaba otra mesa con un grupito de esos culturosos arreglando el mundo… y sin alcohol k!!! (Eso debería ser pecado, no se puede arreglar este pinche planeta sin estar en el avión de unas chelas…mínimo!)
Decían una de estupideces como si quisieran que los demás que estaban a su alrededor escucharan y obvio que al principio y por el hambre, me tenían encabronado, pero después como fue pasando el bolo alimenticio hacia mi estomago…pues mi humor fue cambiando, a tal grado que en una de sus pendejadas casi, casi, por poquito escupo mi limonada, la neta si me cague de la risa y no les voy a comentar que estaban diciendo, porque igual y en una de esas pasa por aquí la ingrata y se encabrona de nuevo
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